Autor: Dr. Luis Carlos O. Tamez
En su libro: “Who says you´re dead? Medical & Ethical Dilemmas for the Curious & Concerned” (¿Quién dice que estás muerto? Dilemas Médicos y Éticos para Curiosos e Interesados. Algonquin Books of Chapel Hill, 2019), el Dr. Jacob M. Appel, Director del programa de educación ética en psiquiatría, en la escuela de medicina Icahn de Mount Sinai, expone una serie de casos clínicos a los que se enfrentan los comités de bioética en diferentes centros médicos de los Estados Unidos.
Algunos, podrían parecernos totalmente alejados de nuestra realidad. Probablemente en la actualidad el problema ético más común con el que se enfrentan los médicos en México, es la negativa a recibir transfusión sanguínea en los miembros de la Iglesia Cristiana Testigos de Jehová.
Sin embargo, con el rápido avance de la tecnología médica y el fenómeno de la migración, pronto serán diferentes los dilemas éticos a los que los comités de bioética de los hospitales en el país deberán enfrentarse.
Todos los dilemas éticos, tienen muy diversos puntos de vista, y los comités deben decidir teniendo en mente, que nunca tendrán el beneplácito de todos los involucrados.
El tema que planteo, me parece muy interesante, aun cuando en la actualidad no sea frecuente para nosotros.
Primero iniciare haciendo una pequeña revisión de la situación de conflicto, para después plantear lo que nos comenta el Dr. Appel.
La mutilación (ablación o amputación) genital femenina, se considera que se inició a practicar en Egipto hace 4,000 años. Pero aún es una práctica muy frecuente en varios países de África, en los Emiratos Árabes Unidos y entre los grupos musulmanes. En África, Oriente Medio y Asia se concentran la mayoría de los países que aún toleran esta práctica: Egipto, Etiopia, India, Indonesia, Afganistán, Tayikistán, Malasia, Indonesia, Kurdistán, Iraq, Yemen, en América Latina se ha documentado en varias comunidades indígenas de Colombia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que en la actualidad hay más de 200 millones de mujeres y niñas, que han sido víctimas de la mutilación genital femenina (MGF), y que todos los años, cerca de 4 millones de niñas en el mundo corren el riesgo de ser víctimas de la MGF, la mayoría serán sometidas a esta práctica antes de cumplir los 15 años. Entonces: ¿no es un problema menor?
¿Qué es la mutilación genital femenina?
La MGF comprende la escisión total o parcial de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos. Estos procedimientos no aportan ningún beneficio a la salud de las niñas. En la mayoría de los casos se practican en la infancia, entre la lactancia y los 15 años. Es realizada por “circuncisores tradicionales”, que suelen tener otras funciones importantes en sus comunidades, tales como la asistencia al parto. En la mayoría de los casos se realiza en medios de higiene inadecuados, lo que favorece la posibilidad de infecciones, además puede tener otras consecuencias severas a la salud de la mujer: dolor intenso, hemorragia, problemas urinarios e incluso la muerte. Los motivos de dicho procedimiento se sustentan en creencias de tipo religioso, cultural y social. Es considerada parte necesaria en la crianza y educación de las niñas. Una forma de prepararlas para la vida adulta, que incrementa las posibilidades de encontrar marido. Bajo el concepto de que la sexualidad “en la mujer” es solo para procrear y no debe causar placer, se intenta disminuir la libido; esto, dicen, asegura la virginidad de las jóvenes y ayuda a resistir las tentaciones de tener relaciones extramaritales. La mutilación genital femenina constituye una violación de los derechos humanos fundamentales de las niñas y las mujeres. Se ha establecido el día 6 de febrero como “Día Internacional de Tolerancia Cero en contra de la Mutilación Genital Femenina”
Entonces los motivantes para la MGF se basan en actitudes misóginas, y de complejos de inseguridad por parte de los hombres que promueven dicha costumbre.
El siguiente caso ético nos lo presenta el Dr. Appel.
Una pareja originaria de Etiopia, lleva ante la ginecóloga a su niña de cinco años de edad, le solicita que le realice la circuncisión femenina, una de las formas de MGF. La madre explica que tienen varios años estudiando en los Estados Unidos y en unos meses al terminar sus estudios regresarán a su país. De manera que desean le realicen a su hija este procedimiento en un hospital, con las medidas quirúrgicas adecuadas y por el profesional capacitado. En lugar de que lo haga una partera en un medio contaminado. Pretenden con esto evitar las complicaciones del procedimiento, que en algunos casos han provocado severas infecciones, incluso comenta, que una de sus hermanas murió por el profuso sangrado.
La doctora les dice que: si no existen “causas médicas que justifiquen este procedimiento”; y no las hay, es imposible hacer este manejo quirúrgico. Les invita a que piensen mejor lo que están pidiendo, y les explica ampliamente lo que desde el punto de vista médico significa la MGF. Les dice además que si tratase de una mujer adulta y fuera ella quien decidiera hacerse el procedimiento, la situación sería diferente.
Los padres argumentan, que la decisión no es tema de discusión: la cirugía se hará. El punto es, si ella lo podría hacer en las mejores condiciones médicas, o si le negará a su hija este beneficio, arriesgándola a posibles infecciones o hemorragias. El padre hace énfasis en el argumento de la doctora sobre: “causas médicas que justifiquen la cirugía” Pues afirma que a los niños les hacen la circuncisión sin que haya “causas médicas justificables”, en muchos casos solo por creencias religiosas y generalmente siendo niños, es decir sin tomar en cuenta su opinión. ¿Por qué entonces discriminar a la niña? Qué diferencia hay, entre un niño al que le hacen la circuncisión y una niña que pide lo mismo. ¿Por qué, en el caso de la niña, es una aberrante mutilación?, pero en los niños se justifica el mismo procedimiento sin mayores tramites, en muchos casos solo por costumbres o creencias religiosas.
Los padres acuden al comité de bioética, argumentando discriminación racial y sexual hacia su hija, pues si fuera varón y hubiese nacido en los Estados Unidos, ya tendría la circuncisión. Además de que al no permitir la cirugía en un medio hospitalario, la arriesgan a las posibles consecuencias de un procedimiento quirúrgico en un ambiente no ideal.
Nota: una corte de Colonia, en Alemania decidió prohibir las circuncisiones no justificadas por motivos de salud del niño, lo que provocó consternación entre judíos y musulmanes, y puso en el centro del debate hasta dónde debe llegar el derecho de los padres a tomar decisiones por sus hijos. (13 julio 2012. https://www.bbc.com/.../07/120713_alemania_circuncision_rg)